
-" Al llegar a ti, todo mi mundo quedose absorto en tu belleza,
vi a tu corazón elevarse junto a las aves,
en la cosecha celeste del día.
Bajo el sol nuevo que amarillea los campos,
llovían granos de estrellas,
sobre caminos desnudos de hambre y de sed.
Tu agua se desliza y cae,
como un beso en mis labios,
fresca como risa de primaveras azules sobre colinas doradas,
profunda como mares ingrávidos ...
No quiero dormir,
hasta que amanezcan tus ojos en mi crepúsculo,
y despertar perpetuo sobre tus dedos de seda caliente,
enredado en caricias sin palabras que dibujen sobre mi mano,
el secreto antiguo del amor eterno.
En tus ojos laten formas de belleza honda cuyo aroma,
sabe a campos maduros con espigas verdes,
e incienso de luz que asciende al pensamiento turbado,
por tu abismo de labios descarnados,
en el hambre del beso.
Este silencio de miradas furtivas,
que escapa de mis pupilas,
como un ave que huye hacia su mas apartado escondrijo,
donde el latido desbocado del alma,
golpea el pecho rompiendo el cristal que cubre el sentimiento,
y se hace verso y sonido de citaras en la noche que estrecha,
nuestros mundos sobre un lecho de sueños.
Toca por ultima vez mi corazón,
con tu voz rota por la ausencia,
que la nostalgia cubra con sus nevadas manos invisibles,
hasta llenarme de tu alma,
sabiendo que la mía partió a tu mañana, cuando ayer soñé que te tenia."
Manuel estrada Villodres.