
-"La felicidad es un estado interno; una actitud del alma consciente de la verdad universal , y de la existencia del Padre de Los Universos. Quienes buscan los frutos de la felicidad en la realidad externa, fuera de este intimo e interno estado de comprensión, se alejan inevitablemente de los auténticos gozos del corazón esclarecido por la verdad. La felicidad no es material, aunque en ocasiones se deslice suavemente por entre los labios de los amantes, como el rocío sobre las hojas entregadas al beso del agua. Y sea nota de luz sonora, en la risa del niño. Y mire las estrellas desde los ojos inquietos del poeta; se recueste en el arrullo de una madre, que envuelve de amor al bebe recién despertado al milagro de la vida. Y juegue a trenzar arco-iris blancos entre las alas de los pájaros sobre cielos azules; duerma en lechos de arroyos cristalinos en mitad de la ribera, y se eleve junto al sol cada mañana, abrazando la vida con versos de aire que susurran nanas de luz al día. La felicidad está desnuda de ropajes falsos, y se viste de inocencia mientras camina; dulce fragancia de aromas de paz en el alma, entre los caminos del corazón, y las calles ruidosas del mundo. Ella es sencilla como el trigo , que sueña mayos eternos entre campos de miradas verdes, y surge de dentro como una espiga, cuyos dorados granos florecen siempre bajo la luz, solo con el calor del fuego de la vida, y la sabiduría del aire, que mece su alma entre las flores del tiempo."
Manuel Estrada Villodres.
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