
Llovieron sobre mi boca las últimas palabras,
antes de que la noche oscureciera tu luz entre el velo del día...
...fue una lluvia silenciosa,
pues mi corazón se inundo de amor,
y quedó desbordado de su esencia incontenible...
...por ello la vida se detuvo un instante sobrecogida,
entre las manos sedosas de tus ojos llenos de vértigo;
abismo infinito donde vive el misterio y,
danzan estrellas del Azul.
Ausente el aire despertó de su sueño al vacío,
como un río invisible entre ambos,
cuyas aguas silentes separaron nuestras bocas,
y cuyos besos volaron anhelantes hacia el beso dormido en el alma,
tras siglos de ausencia en tierras extrañas...
Llovieron sobre mis manos gotas de rocío,
cuando todo quedo en nada,
las sombras vistieron de luna tu sonrisa en mitad de la madrugada,
alcé hasta agrestes montañas la mirada,
y arranqué las raíces del árbol del tiempo,
sólo gotas de rocío que sabían a los campos maduros de tu pelo,
se deslizaron sobre mi desmayada soledad de siglos,
la lluvia cesó su llanto de nostalgia,
la noche se despertó del sueño ingrávido,
y un canto de luz entre los viejos olivos amaneció lleno de poemas nuevos,
con versos de tu nombre escritos al viento temprano dados,
letras de aire y de luz que se elevaron,
para siempre al lugar que guarda los sueños.
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