
Cayó en silencio como un verso mudo y átono...
el aire trató de ser canción en mitad de la lluvia,
pero había tanta soledad entre las miradas que deambulaban sobre las calles,
que nadie oyó su voz de ecos nostálgicos.
Palabras sin alma escapaban de entre las bocas,
ojos perdidos sin luz refugiados en el neón frío,
simulan ver pero languidecen sombríos,
del calor ausente que como gélido estallido,
de hondos abismos con corazones suplicantes,
elevan una oración callada entre sus cuerpos tullidos,
de sedosas túnicas y maquilladas osamentas,
con rostros cubiertos de risas frágiles y efímeras,
que desmayadas y sin sentido se deshacen,
alfombrando el polvo del camino como pétalos de rosas muertas.
Como fantasmas en la sombra,
caminan sin conocer la senda,y
viven sin amar el camino...
Como espiritus vacíos de su esencia,
devoran los frutos del tiempo en la mesa del dia,
y duermen lejos de todo sueño...
El mundo se afana en amasar la levadura del corazón,
en las hieráticas masas humanas,
sus dedos se hunden una y otra vez en su pecho,
mas toda forma se agrieta hasta perder su anhelo.
Sin agua que ablande la piedra,
y sin manos que esculpan lo informe,
y sin la luz que madure el trigo,
y sin la savia dorada del espíritu que sueñe la vida,
todo perecerá
cuando la noche cubra los montes...
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