-Mientras Jesús pronunciaba estas enigmáticas palabras, su "luminosa humanidad" iba desapareciendo entre los dorados destellos que brotaban de las paredes de aquel templo-que visitaría tiempo después para iniciar uno de los viajes más increíbles de toda mi existencia-.Quedé perplejo en mitad de mis familiares. Mi padre, José, se encontraba desconcertantemente radiante, una luz que indudable te procedía de su inquietante naturaleza parecía desprenderse de su piel a pocos centímetros hacia fuera, con un brillo suave y atrayente. Al percatarse de lo que tanto llamaba mi atención, trató de tranquilizarme..._Mi querido hijo, no temas cuanto ves de nuevo en mí. Sé que te resulta difícil reconocerme en esta forma, pero soy tu Padre, y ese hecho será siempre innegable en nuestros corazones, por más que las múltiples adaptaciones de vida física a las que tendrás que acostumbrarte en los mundos celestes, te lleven muy lejos de donde ahora estamos.
-Padre, ¿cómo es que estoy vivo y con mi propio cuerpo?
-No, hijo, aunque así lo creas, y a pesar de que este cuerpo con el que has despertado, es exactamente el mismo que tuviste en tu vida terrena, presenta características asombrosas, de las cuales aún no te has percatado. La Vida, la verdadera Vida, es un Don del Padre Universal que progresa de mundo en mundo hasta alcanzar las costas paradisiacas de su Presencia Luminosa, más allá de todo lo inimaginable, y llega a transformarse en una nueva, única e inmortal Realidad Personificada de Dios en ti. Ese es el camino que ahora inicias. Tú viaje comienza verdaderamente ahora.
-Padre, ¿entonces la muerte no existe?
-Mi querido y pequeño...preguntas eso porque nunca entendiste del todo a tu hermano, y por qué aun piensas como aquel que fuiste. Ahora sabrás que todo lo que nace de Dios es más hermoso e imperecedero de lo que jamás ninguna escuela te enseñó, ni ninguna religión intuyo...Ven, ven conmigo, tienes mucho que ver aún...
-Y yo, desconcertado por la sabiduría de aquel hombre "desconocido" que antaño fue mi padre, ante su mansedumbre y sencillez, camine en silencio, con el corazón lleno de alas y de emociones nuevas...
Publicado por Manuel Estrada Villodres
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