El agua de tu voz humedeció mis manos resecas del calor de tanto desierto... y suaves chorros de luz se desprendieron de entre tus labios de interminables valles sobre la lejanía. Las heridas se cerraron en silencio, con un gesto de gratitud. De pie, en el camino polvoriento, a la sombra de los altivos sicomoros y los frondosos y celestes cipreses, tu mirada de mundos añorados, se hundió en mi pecho de vulnerable hambre de belleza, y la corriente eléctrica de tu fuego prendiose como un fuego inevitable en mis bosques de rara soledad fugitiva... Me sometí al calor de tu abrazo... el frió de mis tierras ardía en deseos de tu calor enardecido de luz imposible... no dije nada, pues mi boca se hizo callada caricia en tu risa vestida de mañanas de primaveras exultantes de belleza... mis guerras perdieronse entre las lejanas sendas de la tímida memoria, y el estruendo de toda batalla callo el lamento moribundo apagado por los cantos del amanecer que se acercaba con un mundo nuevo entre las manos del sol..."Toma, aquello que te doy es solo aquello que tu amas"
-Yo no poseo más que esta sed de tu luz entre las viejas telas que cubren mi ignorancia...
-"Solo quien nada tiene puede recibir los frutos de la abundancia.."
-"Toma mi mundo de amor y de esperanza, más cuando de él hagas un corazón nuevo en tu pecho, no olvides que solo dando conservaras lo que el Universo te regaló..."
-Yo no poseo más que esta sed de tu luz entre las viejas telas que cubren mi ignorancia...
-"Solo quien nada tiene puede recibir los frutos de la abundancia.."
-"Toma mi mundo de amor y de esperanza, más cuando de él hagas un corazón nuevo en tu pecho, no olvides que solo dando conservaras lo que el Universo te regaló..."
Publicado por Manuel Estrada Villodres
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