Y la noche se fue cubriendo de amaneceres insinuados como un poema en el cielo. Postrada el alma aun después de la batalla, intuyó un rayo en mitad de la negrura...se oyeron canciones lejanas de dulces palabras acercarse como un viento suave... Los sonidos del campo se despertaron con la aurora, entre risas de flores mecidas por el aire temprano, y fragancias imposibles de jazmín sobre las ramas. Una luz llena de alas visitó mi ausencia, llegó hasta mí y posó un beso blanco en mis mejillas. Sentí un calor extraño que me inundo de vida. El día se despertó de su sueño, y la Luz me tomó de la mano. Al mirarme en el agua del lago, vi de cristal resplandeciente todo mi cuerpo. Brillaba como si fuera un reflejo del sol del mediodía. La luz se hizo ángel de nevadas vestiduras, y me dijo entre suaves melodías de mirada profunda;
_Levántate. El amor nunca vive postrado frente al mundo. El amor es la luz que ilumina el camino de todos los hombres. La levadura y la harina del tiempo, junto con el agua purificadora del espíritu, hicieron de tu corazón un pan necesario. Mira en tu interior. En ti vive aquel que debe entregar las llaves de cada alma encerrada en sí misma. Ahora llegan los días aciagos para el hombre.-Levántate, el tiempo de la cosecha paso en tu ser, los frutos del espíritu han de ser dados...
_Levántate. El amor nunca vive postrado frente al mundo. El amor es la luz que ilumina el camino de todos los hombres. La levadura y la harina del tiempo, junto con el agua purificadora del espíritu, hicieron de tu corazón un pan necesario. Mira en tu interior. En ti vive aquel que debe entregar las llaves de cada alma encerrada en sí misma. Ahora llegan los días aciagos para el hombre.-Levántate, el tiempo de la cosecha paso en tu ser, los frutos del espíritu han de ser dados...
Publicado por Manuel Estrada Villodres
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