CONFERENCIAS PUBLICASLa necesidad de ofrecer y compartir todo tipo de información relativa a la verdadera naturaleza universal del ser humano se hace cada vez más imperiosa, especialmente dado el estado de "oscuridad interior" que afecta probablemente a una más que notoria población. Y ello, tal vez, sea responsable de los complejos problemas existenciales que afectan y limitan el progreso humano de esta sociedad. Ya no se trata necesariamente de exponer realidades transcendentales relacionadas con una vida superior, sino sobre todo de descubrir en nuestro interior la semilla espiritual; que de ser adecuadamente alimentada ha de florecer provocando el surgimiento de un hombre liberado de los "oxidados escombros historico-culturales", que nos han sepultado bajo espesas capas de ignorancia. La sabiduría no es la acumulación de conocimientos ni el exceso de información, más bien es la adquisición de la verdad y su posterior aplicación vital en nuestras vidas, sin esa misma sabiduría que nos permita ver en el camino de la realidad la dirección adecuada, estamos abocados a una oscuridad inevitable.
Es por ello que el Patio de los Inquietos y yo como responsable del mismo ofrecemos gratuitamente todo tipo de conferencias a quienes esten sinceramente interesados en compartir el camino de la búsqueda de la verdad. Para ello se pueden poner en contacto a través de la dirección de correo medalamatia@gmail.com.
Manuel Estrada Villodres
Consciente de su destino

A través de su embriagador lenguaje y la musical cadencia de su voz profunda y electrizante, aprendimos a viajar a aquellas ignotas tierras de las que nos hablaba. Eran cuentos cargados de poesía y magia, pero creo que a él le sirvieron para descubrir en su corazón los sorprendentes secretos que este encerraba. Nos hablaba del Padre Celestial, a la vez que se hablaba a sí mismo. Sus palabras no eran más que el eco de su alma, y sus silencios eran como preguntas lanzadas a la inmensidad estrellada de aquellos cielos azules de oscuridad alumbrada por las risas y los juegos en mitad de las constantes trifulcas entre mis padres. Jesús fue muchas veces fuente inevitable de serios problemas entre ambos. Mi madre quería lanzarlo a las gentes desde que fue consciente de su arrolladora personalidad. Mi padre, siempre prudente, opinaba lo contrario. Pero Jesús actuaba imbuido de una serenidad y sencillez tranquilizadora. Con frecuencia mencionaba que en su momento, todo camino se sitúa frente a las sandalias y la voluntad del peregrino. Entonces debe de empezar la aventura y la conquista de su destino.
Publicado por Manuel Estrada Villodres
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